Por Gabriela Oliván
3 de Marzo de 2022 | INFOBAE
Con estas siete palabras que titulan este texto, Thomas Friedman se refirió al impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Según el columnista del New York Times y tres veces ganador del premio Pulitzer, esta será la primera guerra de la historia cuya “cobertura la hacen por TikTok ciudadanos súper empoderados y armados solamente con sus celulares. Sin editores ni filtros de por medio”.
El resultado será una WARtching. Es decir, una guerra que se transmite por streaming y se vive “minuto a minuto” a través de los ojos o, mejor dicho, de los teléfonos inteligentes de quienes están en el campo de batalla.
Miles de micro-historias contadas a través de fotos y videos cortos que recorren el mundo casi en tiempo real. Como la imagen del misil impactando en un edificio de civiles o el soldado ucraniano haciendo bailes en TikTok para llevarle tranquilidad a su familia. Nadie espera imágenes en alta calidad o videos con buen sonido. Pocos se preguntan por la veracidad. Lo importante es estar informado o, mejor dicho, entretenido.
Otra característica de esta guerra es el WARsplaning. Un conflicto que está siendo explicado, analizado y comentado una y otra vez por pseudo expertos que no pueden resistirse a la tentación de opinar sobre tan relevante acontecimiento. Las plataformas, merecen todo el crédito. Si no sabemos algo, lo googleamos y si tenemos algo para decir, lo subimos a una red social sabiendo que siempre habrá alguien que nos leerá.
En síntesis, esta es una guerra marcada por el WARtching y el WARsplaning que carece de las ediciones tradicionales que podía ponerle un gobierno ante un anuncio oficial o los medios de comunicación.
La intermediación hoy, la hacen las plataformas. Las redes sociales y buscadores “seleccionan” cuidadosamente la información por nosotros y en función de sus propios intereses la ubican en nuestro reel. La edición está en manos de algoritmos privados que excepcionalmente, se hacen públicos como cuando Twitter decidió agregar la etiqueta “Medios afiliados al gobierno” al perfil de las periodistas que trabajan en medios de comunicación del gobierno ruso.
De la pelea por la atención a la pelea por la confianza
En este territorio minado se dirime la pelea por la atención. Medios, personas y plataformas librando la batalla por atraer a las audiencias.
Los ciudadanos, por su lado, atrapados en medio de un fuego cruzado donde es difícil discernir la información de la desinformación.
¿A quién creerle? ¿Dónde informarnos? La pelea por la atención deriva en una pelea por la confianza. Ante un tsunami de información, la confianza es el principal capital.
El problema es que la confianza está en crisis. Como describe el Edelman Trust Barometer 2021, la confianza en los gobiernos, las instituciones y los medios de comunicación se encuentra en sus mínimos históricos. Por el contrario, en todo el mundo, aumentó la confianza en “mi empleador” y en “otras personas como yo”.
El informe demuestra que, al igual que la información y la atención, la confianza se encuentra cada vez más atomizada. Por eso, tal vez, la semana pasada, el influencer Santiago Maratea logró recaudar 100 millones de pesos en 20 horas para combatir los incendios en la provincia de Corrientes.
El surgimiento de una nueva forma de cubrir los acontecimientos y la confianza como el gran habilitador, son claves para entender ese “mundo diferente” al que se refiere Thomas Friedman. Verlo con anticipación nos da la oportunidad de co-construirlo y asegurarnos que, aunque más fragmentado y complejo, sea un mundo en paz.
Nota original: https://www-infobae-com.cdn.ampproject.org/c/s/www.infobae.com/opinion/2022/03/03/el-mundo-ya-no-sera-el-mismo/?outputType=amp-type