Así lo afirmó Gabriela Oliván, Presidenta de WINN, en el marco del V Fórum Nacional del Talento, organizado por LIDE Argentina.
9 de Septiembre de 2022
El pasado 8 de septiembre, LIDE Argentina* llevó a cabo la quinta edición del Fórum Nacional del Talento. El evento giró en torno a un nuevo capítulo de LA GUERRA POR EL TALENTO, Ingeniería para triunfar.
Rodolfo de Felipe, Presidente de LIDE Argentina, dio inicio al encuentro manifestando: “En la guerra por la atracción del talento se libran variadas batallas asociadas a los ciclos económicos, la evolución de la tecnología, la globalización y, particularmente, a cuestiones vinculadas con nuevas culturas y mindsets de los jóvenes, así como a las condiciones impuestas por las restricciones del mercado cambiario”.
Y prosiguió: “Nuestra competitividad está amenazada por la pérdida de capital intelectual. Estamos en la era del talentismo, que es el nuevo capitalismo, y en ella es clave el lugar que ocupan las personas, sus talentos, capacidades, habilidades, creatividad, innovación y todo lo que son capaces de hacer, por encima de lo estrictamente económico y financiero”.
Por su parte, Gabriel Aramouni, Presidente de LIDE Talento, afianzó el contexto del encuentro manifestando: “Estamos hablando de un tema estratégico y clave, el titulo no es sensacionalista sino un concepto desarrollado hace mucho tiempo por Edward Michaels demostrando el rol del talento, asociado a la transformación y el crecimiento de las personas, corporaciones y países. El talento se transformó en un motor de desarrollo”.
Y agregó: “Es un proceso complejo y hay que definir los elementos a tener en cuenta, cómo articularlos y hacerlos crecer, es un proceso de ingeniería que se desarrolla en un contexto de país que no es favorecedor y eso nos impone un desafío más”.
Gonzalo Mata, Managing Partner para Latinoamérica de Wall Chase Group, delimitó un panorama introductorio del tema resumido en tres interesantes highlights:
1. La revancha del segmento ejecutivo argentino: los salarios de este sector, a nivel anual, estaban muy por debajo en comparación con otros países de la región, eso sucedió hasta la llegada de la pandemia, donde las barreras se anularon y se generaron conexiones y contrataciones remotas, lo que ha permitido que las compañías puedan acceder al talento argentino sin la necesidad de radicarlos en otro país. De esta manera, los salarios se han recuperado al mismo nivel que en el resto de Latam.
2. No todo es métrica o marketing: conectarse con el propósito que impulsa a una persona también sucede con las empresas, y va de la mano de los ejecutivos y las compañías, como lo son los criterios ESG y la promoción de la diversidad. Hasta hace poco estos temas eran métrica o marketing puro, pero no era genuino. Ahora se está comenzando a realizar efectivamente y se toma con seriedad, ubicándose en las primeras líneas de las agendas de las corporaciones.
3. El nuevo vínculo laboral, el proyecto como eje fundamental: Hoy se prefiere tener un contrato por proyecto, y no sólo teniendo en cuenta la marca y el paquete económico.
Eduardo Braun, experto y consultor en Liderazgo y Cultura, brindó una mirada diferente al tema, enmarcándolo en cuatro actos conformados básicamente en el cambio de paradigma, acelerado por la pandemia; el fenómeno de que una gran cantidad de personas (en EUA) haya decidido cambiar de empleo por no sentirse reconocido en la organización que trabajaba; el autoconocimiento concebido en el concepto “para cambiar el afuera, hay que cambiar el adentro”; y por último, hoy las empresas aspiran a medir el bienestar y la felicidad de sus empleados en el ámbito laboral.
Estos conceptos podrían resumirse en el lema: “Tu felicidad es mi productividad”.
Y aclaró: “Las definiciones de productividad y felicidad han ido cambiando con el tiempo, y dentro de ese cambio se eliminó la estabilidad laboral y se comenzó a pedir un propósito a las empresas. El trabajo es uno de los intereses de los nuevos colaboradores, y no su vida, como lo era hace 50 años, y eso debe ser atendido por las organizaciones”.
“Los que tenemos más edad debemos hacer un cambio, pasar de la cabeza al corazón; hagamos organizaciones tan humanas como cada uno de nosotros y eso la hará más productivas. ¿Pero estamos listos para hacer esa transformación? Hay que lanzarse a la pileta y llevarla a cabo entre todos”, concluyó.
Lionel Turek, Country Manager de SAP, comenzó su disertación señalando: “Hoy no sólo se trata de atraer talento sino también de crearlo dentro de la organización, a muchas personas les cuesta emplearse y las empresas se pelean por atraer talento. Claramente son indicios de que algo está pasando, es importante entender que el propósito es algo estratégico, es el gran motor que nos impulsa a todos”.
“Asociado a esto la experiencia del empleado en la empresa ocupa un lugar central, generar un espacio saludable donde la persona elige trabajar. Esto necesita planificación, no es algo que pasa de casualidad. Las tres claves son tener un propósito claro y definido, mejorar la experiencia del empleado y fidelizarlo”, destacó.
“No solamente se necesita conocimiento y tecnología, son muy buscadas las habilidades blandas, y debemos fomentarlas como compañía. Por otro, claramente los equipos más diversos producen, enriquecen y amplían los resultados mucho más que los equipos homogéneos, donde todos piensan igual”, finalizó.
Gabriela Oliván, Presidente de Winn, comenzó su ponencia en la misma línea de pensamiento que Eduardo Braun, al decir: “Los cuatro actos mencionados se dan en un contexto donde hay dos paradigmas que conviven: uno que no termina de irse y otro que no termina de aparecer. Por ello, las empresas tienen que pasar a considerar a los colaboradores como un talento, un activo estratégico para el negocio, que resulta ser muy escurridizo. Cuando salimos a buscar ese activo, nos encontramos en una tensión entre ambos paradigmas”.
Y reafirmó la idea al decir:
“A veces tratamos de atraer talento y vincularlo con herramientas de un proceso viejo. No hay un cambio de paradigma. Otras veces, el talento llega como un diamante en bruto y necesita de un cambio cultural en la compañía para pulirlo, es fundamental repensar como estamos construyendo valor”.
“Debemos tener organizaciones más humanas, con vínculos genuinos, todo amalgamado por la confianza, la capacidad de equivocarnos y aprender juntos, de ser más humanos. Los dobles discursos de las empresas hacen que la gente de vaya”, remarcó.
Santiago Pordelanne, Presidente de Argentina, Paraguay y Uruguay en Equifax, comenzó haciendo hincapié en el talento argentino: “Estamos en un mundo que se ha transformado y hay nuevas generaciones de consumidores y trabajadores que vienen con un ‘chip’ distinto. El talento argentino ha sido muy valorado, hay argentinos en puestos de liderazgo en empresas de Latam y el mundo. Nos hemos caracterizado por ser innovadores, pioneros, y esas cualidades nos ponen en una situación privilegiada”.
Y continuó diciendo: “El éxito no se define con el hecho de que una persona con discapacidad tenga trabajo, sino que va más allá; si otra empresa o el mercado lo absorbe, esa persona ya se integró al mercado laboral, y no sólo está asociado a personas con discapacidad sino también con promover los roles de liderazgo de las mujeres dentro las compañías”.
“Tenemos que tener una manera de escuchar distinta, hay muchas ideas muy innovadoras, pero debemos ser capaces de escucharlas y comprenderlas sacándonos los modos de generaciones anteriores”, concluyó Pordelanne.
*LIDE Argentina | Grupo de líderes empresariales es una organización carbono neutro, gracias al aporte de Carbon Group y ClimateTrade.